Revista Sinapsis. Vol. 1, Nro 21, junio de 2022, ISSN 1390 – 9770
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Aquí se destacan seis aspectos fundamentales: procesos, complejidad, desempeño, idoneidad,
metacognición y ética. Se asume que la competencia investigativa es un proceso complejo en el
que se encuentran los componentes cognitivos, metacognitivos; cualidades de la personalidad;
motivación; experiencia social y profesional del sujeto. Se concibe que el metacognitivo es el
principal componente que integra a los demás. Claro está, el asumir el enfoque complejo se parte
de la premisa de que tanto las partes del todo, como el todo mismo, es igual. Las competencias
son procesos complejos porque implican la articulación y aplicación en tejido de diversos saberes
y dimensiones humanas.
En el enfoque complejo, según (Tobón , 2008):
Las competencias son un enfoque para la educación y no un modelo pedagógico, pues no
pretenden ser una representación ideal de todo el proceso educativo, determinando cómo debe ser
el tipo de persona a formar, el proceso instructivo, el proceso desarrollador, la concepción
curricular, la concepción didáctica, la concepción epistemológica y el tipo de estrategias
didácticas a implementar. Al contrario, las competencias son un enfoque porque sólo se focalizan
en unos determinados aspectos conceptuales y metodológicos de la educación y la gestión del
talento humano (integración de saberes en el desempeño, como el saber ser, el saber hacer, el
saber conocer y el saber convivir; la construcción de los programas de formación acorde con la
filosofía institucional y los requerimientos disciplinares, investigativos, laborales, profesionales,
sociales y ambientales; la orientación de la educación por medio de criterios de calidad en todos
sus procesos; el énfasis en la metacognición en la didáctica y la evaluación de las competencias;
y el empleo de estrategias e instrumentos de evaluación de las competencias mediante la
articulación de lo cualitativo con lo cuantitativo. (pp. 7-8)
Lo expuesto por (Tobón , 2008), permite un acercamiento al cómo pudiera aplicarse este enfoque
en la educación; pero, al no ser un modelo pedagógico, se carece de instrumentos, métodos,
medios y herramientas con las cuales la didáctica pudiera dirigir el proceso de enseñanza-
aprendizaje según el enfoque complejo. Asumir que este enfoque pueda aplicarse desde el punto
de vista conceptual y metodológico de forma directa dentro del proceso didáctico es difícil, pues
los fundamentos filosóficos, sociológicos, psicológicos y pedagógicos son distintos.
El mismo autor refleja en sus escritos que existen los enfoques conductistas, funcionalistas,
constructivista y el complejo, y que cada cual asume la formación y el desarrollo de competencias
de forma distinta, por lo que en mi consideración se contradice, ya que si se conciben de formas
distintas. Este enfoque es fundamental para comprender la formación compleja de los fenómenos