Revista Sinapsis. ISSN 1390 – 9770
Periodo. Julio – Diciembre 2024
Vol. 25, Nro. 2, Publicado 2024-12-31
https://www.itsup.edu.ec/sinapsis
universitarias, provenientes de diferentes etnias, estatus socio-económico, distintas motivaciones
y habilidades, entre otras. Esto demanda a los docentes prepararse y asumir una actitud reflexiva,
para cubrir las expectativas académicas en las aulas, de tal manera que se demuestre su éxito
pedagógico.
Por su parte, la Ley Orgánica de Educación Superior (LOES), vigente en el Ecuador desde octubre
de 2010, en su Art. 93 señala que el principio de calidad consiste en la búsqueda constante y
sistemática de la excelencia, la pertinencia, producción óptima, transmisión del conocimiento y
desarrollo del pensamiento mediante la autocrítica, la crítica externa y el mejoramiento
permanente.
Para (Shulman 2005) la reflexión es un conjunto de procesos a través de los cuales el docente
aprende de la experiencia, mediante la recolección de datos que deben ser contrastados por el
propio docente o en colaboración con otro.
Villalobos y De Cabrera (2009) resaltan la influencia significativa que puede ejercer la reflexión
en el trabajo diario, para tomar decisiones acertadas, lograr los cambios que se requieren,
potenciar lo que existe de manera exponencial y tomar el control de su vida profesional.
Dada la complejidad de esta actividad, existe una multiplicidad de ejes y situaciones sobre las que
se debe reflexionar en dicha práctica: la meditación cuidadosa sobre el conocimiento general y
específico que poseen los maestros, la selección y secuenciación de contenidos, su modo de
enseñar, los recursos que utilizan, las fortalezas y debilidades de los estudiantes, cómo abordar
sus intereses y necesidades, el manejo del aula con todas sus implicaciones, las formas de evaluar
los aprendizajes, sus valores y sus propias creencias e incluso su satisfacción personal. Esto
permite al maestro tomar decisiones acertadas y promover el cambio en su práctica docente
(Hodgson,2014).
En tanto, la enseñanza en el ámbito universitario desempeña un papel crucial en la formación
integral de los estudiantes. La experiencia docente abarca diversos aspectos, desde la
planificación de clases hasta la evaluación del aprendizaje. En un entorno cada vez más diverso y
tecnológicamente avanzado, los docentes enfrentan el desafío de adaptar sus métodos de
enseñanza para satisfacer las necesidades de una población estudiantil heterogénea y en constante
evolución.
La enseñanza universitaria va más allá de la mera transmisión de conocimientos; implica la
creación de experiencias significativas que estimulen el pensamiento crítico, la creatividad y el
compromiso de los estudiantes. En este contexto, los docentes desempeñan un papel fundamental
al diseñar y facilitar actividades que fomenten el aprendizaje activo y la reflexión.
En la educación universitaria contemporánea, el enfoque tradicional del docente como mero
transmisor de conocimientos está siendo reemplazado por un modelo más interactivo y
participativo, donde el docente actúa como facilitador del aprendizaje. Este cambio de paradigma