ISSN 2773-7705
Periodo. Enero – Junio 2021
Vol. 4, Nro. 1, Publicado 2021-06-30
https://revistas.itsup.edu.ec/index.php/higia
parto humanizado, cuyo apoyo principal está ligado
en la atención de enfermería (10).
La enfermera juega un rol muy intrínseco en este
proceso, porque es quien se encarga de dar los
cuidados pertinentes, de manera que la gestante se
adapte, se prepare psicológicamente, brindando
información acerca del parto, teniendo como primera
opción el confort y confianza que conlleve a la
satisfacción de la usuaria, sin tener el riego de morbi
– mortalidad materna (10).
Muchas veces el poco acceso de información que
brinda el personal de salud y la falta de conocimiento
desde la etapa preconcepcional puede hacer que en
un futuro provoque la alta tasa de intervenciones
quirúrgicas innecesarias como la cesárea, donde
existe la medicalización, por ende, incrementa los
días de hospitalización y el gasto económico
injustificado, lo que se entiende en muchas ocasiones
como un parto deshumanizado (7).
En la entrevista Chilena Gineco-obstétrica, Alida
Andrade y Ángela Silva (2016) manifestaron que por
lo general el parto natural en muchas ocasiones viene
siendo inhibido al verse sometido al interés del
profesional de salud, lo que ocasiona que haya un
alto índice de partos por cesárea destacando a Brasil,
Chile y pocos países asiáticos como aquellos lugares
que resalta este tipo de intervención desde hace 30
años atrás; a pesar de que según los estudios
epidemiológicos han demostrado que la cesaría
aumenta el riesgo de muerte materno- neonatal a
diferencia del parto vaginal (11).
Estudios realizados en el centro obstétrico del
municipio de Pelotas (2016) reveló que, de los 48
personales de salud, el 91% manifestaron dar la
debida orientación sobre el parto humanizado y sus
beneficios a las gestantes adolescentes. Mientras que
las puérperas acotaron que la posición que adoptaron
para dar a luz fue de litotomía con un 63%, semi-
sentadillas con un 33% y con 3% adoptaron posición
lateral para dar a luz en un parto humanizado donde
se tomó en cuenta como actriz principal a las
parturientas, generando confianza y brindando los
debidos cuidados por parte de las enfermeras (12).
En el año 2017, según la Organización Panamericana
de Salud (OPS), menciona que en el Ecuador se
realizan el 38% de cesáreas; Sin embargo, el parto
humanizado aumentó de 66 233 en el 2016 a 88 779
para el 2017, la cual detalla que las usuarias
embarazadas tienen apoyo incondicional por parte
del personal de salud, quienes con una garantía de
información adecuada y con respeto a las creencias,
hay menos posibilidades de recibir tratamiento
quirúrgico y analgesia, garantizando la
humanización del cuidado de enfermería en la
atención del parto.
En la actualidad, Ecuador ya cuenta tanto en los
hospitales como en los centros de salud
especializados de partos humanizados, que según la
OMS es una política de seguridad para garantizar la
salud de madre e hijo. Cabe recalcar, que, desde abril
del 2016, fue establecido por la asamblea Nacional
el proyecto de la ley Orgánica de parto humanizado
para evitar el alto índice de cesáreas y por ende la
disminución de muerte materna. El problema es que
entre el 2010 y el 2014 se realizaron un alto índice
de cesáreas que provocaron costos económicos
elevados para el estado, a diferencia de países tales
como Perú, México y España cuyo porcentaje es
menor del 10%; además, las clínicas privadas ejercen
una gran demanda de cesáreas a costos elevados sin
respetar los protocolos en muchos casos del MSP
(13).
A nivel del Ecuador, En la provincia de Tungurahua
(2016), se comenzó la adecuación del parto
culturalmente adecuado que tuvo participación tanto
las parteras, personal de salud médicos y enfermeras
(14). El resultado de la interacción mutua durante el
trabajo de parto genera un vínculo de apoyo para el
manejo eficaz en esta etapa tan maravillosa en la
evolución del parto, donde las mujeres puedan parir
de la forma más natural posible; comprendiendo que
la atención humanizada se basa en disminuir las
practicas medicalizados y quirúrgicos, aplicando
cuidados para la atención perinatal.
En la Provincia de Manabí-Ecuador, comúnmente
las mujeres parían en su domicilio, siendo asistida
por una partera en las condiciones socioeconómicas
posibles. Hoy en día gracias a los avances e
imposiciones del MSP las gestantes acuden al
establecimiento de salud donde pueden encontrar el
ambiente y condiciones intrínsecas de acto
humanizado y vital (15).
En el 2016 se registró en Manta 1200 gestantes
adolescentes; de las cuales 25 recibían atención en el
centro de salud de Manta; mismas, que manifestaron
haber dado a luz de forma normal; ya que recibieron
controles prenatales adecuadas y a pesar de su corta
edad no presentaron complicaciones. Además,
agradecieron de tener apoyo por parte del personal
de salud brindándole la orientación correspondiente
desde la primera etapa de embarazo. Por lo tanto, el
personal de enfermería debe estar preparado para
instruir sobre el trabajo de parto, apoyándola tanto
físico como mentalmente y brindando los cuidados
de enfermería basado en cada rol que ejerzan, para
que de esta manera puedan considerar que es un
momento únicamente especial (16).
En la revista de Manabí; Señaló la obstetriz Ivonne
Tacoamàn (2019) que se implementó el parto
humanizado, de modo que ella decide la posición de
dar a luz y el acompañamiento del familiar, como
resultado desde enero hasta abril del 2017 se ha
realizado 120 humanizados en la ciudad de
Portoviejo; además, ya se cuenta con un área
especializada donde se lleve a cabo el parto y donde
se pueden utilizar según creencias métodos para
calmar el dolor y acompañamiento de un familiar, de
igual manera explicó que estos pasos les permiten a
las gestantes estar seguros para poder dar a luz y en